ENTREVISTA.- Entrevistamos a Carmen García Pascual.

Leemos entrevistas a otros medios para conocerla mejor y visitamos la web de la empresa para conocer su historia. Nos sorprende la frase que marca el inicio de la década de los 60. ¿Inicios complicados? ¿Porque siempre lo son o por alguna circunstancia en concreto?

Todos los inicios lo son. Pero en el caso particular de mi padre, cuando en los 60 llegó a Canarias para montar Montesano fue, quizás, más complicado ya que se trataba de la primera industria cárnica que se establecía en Canarias, por lo que no había cultura en ese sentido ni había profesionales que se dedicaran a ello. Así que hubo que empezar de cero formando a los que en el futuro se convertirían en sus trabajadores, a eso le unimos el bajo nivel tecnológico de la época, la dificultad de adquirir materia prima, el clima, etc.
Potenciar una industria cárnica en Canarias parecía una locura y más aún ¡curar jamones! y es algo por lo que él apostó desde el principio. Por eso fueron comienzos duros. Partíamos, literalmente, de cero.

CARMEN GARCÍA (GRUPO MONTESANO)
Edad: 44
Cargo en la empresa: Directora de marketing y comunicación. Consejera.
Años en la empresa: 20 
Titulación: Empresariales y marketing.

¿Cómo es criarse bajo el seno de una empresa familiar? 

Es vivir la empresa desde que eres una niña. Montesano era uno más en la familia. Tengo muchas anécdotas de cuando era pequeña al respecto. Mis hermanos y yo, pasábamos allí los fines de semanas con las bicicletas mientras mi padre trabajaba y madre le echaba una mano. Uno de esos fines de semana, con 7-8 años llegando a la fábrica, le pregunté: “Papá, ¿esto es tuyo?” Y su respuesta ha sido una de las grandes lecciones que me han dado en esta vida, me dijo “No hija, esto no es mío. Esto es de todos los que trabajan en Montesano, sin todos ellos, esto no existiría”. Así fue como nos enseñó que, la empresa somos todos y que, para llegar lejos había que hacerlo en equipo. Siempre trató a todos como una gran familia.
Volviendo a la pregunta de cómo es, pues… son fines de semana hablando de trabajo y vacaciones en las que no disfrutas al cien por cien de tu padre pero es una experiencia maravillosa, en la que aprendes valores como el esfuerzo, el trabajo, la honestidad y la pasión por la empresa. Es muy bonito y también, un non stop.

¿Cuándo descubrió que usted también sería parte de ella?

Es algo que ni siquiera me planteé, salió solo. Fue tan natural y lógico… Montesano, estaba y está en nuestro ADN. Era ya algo muy nuestro así que, ¿cómo no íbamos a seguir el sueño que comenzó mi padre y que gracias a su ilusión y su pasión por la empresa, convirtió también en el nuestro? Creo que en ningún momento me planteé otra opción, ¡y estoy encantada!

Ahora que conoce todos sus entresijos e historia, ¿qué siente cuando mira atrás, cuando rememora algún recuerdo en el que todavía niña ve a un Martín García luchando por un Montesano joven?

Mucha satisfacción por él. Porque ha podido ver cómo el trabajo, el tesón, el esfuerzo para sacar adelante un sueño, ha dado sus frutos.
Alguna que otra vez me despertaba en la noche y veía una luz encendida en el salón de mi casa, allí estaba mi padre dando vueltas pensativo. Cuando en una ocasión le pregunté, que qué le pasaba me dijo que estaba preocupado porque sobre el acierto o no de sus decisiones estaba la responsabilidad de mantener a muchas familias. Es algo que tengo casi tatuado.
¿Y ahora? Ahora veo nuestros productos recorriendo el mundo, abriéndose mercado y me siento muy orgullosa. Además, lo veo y veo aún a una persona emprendedora que disfruta haciendo lo que hace. Por ejemplo, el desarrollo de Montesano en Extremadura, donde tenemos el ciclo de producción cerrado, con el control integral del proceso (granjas, dehesa, secaderos…) fue promovido casi en su totalidad por él, ya que nosotros estábamos muy metidos en el día a día en Canarias.
Sigue siendo duro y complicado, pero echar un vistazo atrás aporta la fuerza necesaria para seguir mejorando.

¿Le gusta lo que hace?, ¿tiene un trabajo que la ilusiona y apasiona?

¡Indudablemente!

¿Cómo es un día cualquiera en la vida de Carmen García? Un día laboral, claro.

Sin duda, con mucho movimiento. Si estoy en Tenerife, me levanto temprano para llevar a mis hijos al colegio y después depende mucho del día y de la agenda que tenga. Por último, Intento llegar siempre a casa a una hora prudente que me permita repasar y ayudar a mis hijos con sus tareas, compartir con ellos la cena y acostarlos.

¿Y un festivo?, ¿existen los festivos?

Intento que existan. Los disfruto sobre todo con mis hijos ya que durante la semana no suelo dedicarles todo el tiempo que me gustaría. Además busco también ratitos en los que disfrutar también de la familia y mis amigas. Me gusta la naturaleza y el mar así que la playa suele ser una de mis formas favoritas de desconexión. 

¿Qué espera del 2020?

A nivel profesional, confío en seguir consolidándonos en el mercado canario y a nivel nacional e internacional. Todavía tenemos recorrido para seguir creciendo así que, seguiremos innovando y desarrollándonos.
A nivel personal, espero seguir disfrutando de mi familia con salud y ya si concretamos en los propósitos que me he marcado a nivel personal para este 2020, sacar un poco de tiempo para practicar deporte y… ¡subir el Teide! Que ya lo subí hace unos años y me gustaría repetir la experiencia.

Paola Bonilla
Francisco Fernández (fotografía)