¿Es posible tener una buena relación con tu expareja? Lo cierto es que sí, aunque depende de cada persona, relación y ruptura. En los años 90, Bruce Willis y Demi Moore eran la pareja del momento. Sin embargo, 10 años más tarde ya se habían divorciado y, a día de hoy, mantienen una bonita amistad. Un ejemplo de amor transformado.
A pesar de que ambos tomaron caminos distintos, siempre se han mantenido muy unidos. No olvidemos que tienen tres hijas que tienen en común: Rumer, Scout y Tallulah. Aunque, más allá del coparenting, han demostrado llevarse muy bien.
De hecho, fue la propia Demi Moore la que anunció de manera oficial que Bruce Willis padecía demencia frontotemporal. A pesar de que él lleva 15 años casado con Emma Heming, la protagonista de “Ghost” fue la encargada de contarlo al mundo.
Además, en estos dos últimos años, Moore ha estado muy presente en la vida del actor, especialmente, en fechas señaladas como los cumpleaños o el Día del Padre.

1987
Como muchas parejas del mundo del cine, Bruce Willis y Demi Moore se conocieron en la premiere de una película de la que ninguno de los dos era protagonista: “Stakeout” (1987). En el caso de ella, acudía como acompañante del que por aquel entonces era su novio, el actor Emilio Estévez.
Sin embargo, la relación con neoyorkino no duró mucho más ya que ese mismo año, no solo comenzó una relación con Bruce Willis sino que, tras un breve noviazgo, ¡se casaron dos veces! Así de platónico fue el amor que sintieron ambos.
Por lo que se sabe, la primera boda tuvo lugar el 21 de noviembre, fue rápida, íntima y alocada… Al fin y al cabo, se llevó a cabo en Las Vegas. La segunda, más grande y con amigos y familiares la celebraron en diciembre.
Fruto de ese amor tan intenso, el 16 de agosto de 1988 nacía Rumer Glenn Willis, la primera hija de ambos.
La pareja de moda de los 90
Cuando Bruce Willis y Demi Moore se conocieron, ninguno de los dos tenía su carrera consolidada. Se podría decir que apenas estaban empezando.
Sin embargo, la química entre ambos y el furor que generaban ayudaron a que llegaran a sus puertas importantes proyectos.
Sin ir más lejos, dos años después de casarse y tener a su primera hija, Demi Moore estrenaba una de sus películas más icónicas: ‘Ghost’. En el caso de Willis, rodó largometrajes como “El último boy scout” (1991) o “Pulp Fiction” (1994).
Mientras ella se convertía en una de las actrices mejor pagadas de la época, él consolidaba su estatus como estrella de acción. Por lo que era habitual poder verlos juntos en eventos y premios, alzando aún más su reputación.
Además, en ese periodo de éxito profesional, también hubo grandes momentos a nivel personal pues nacieron sus otras dos hijas: Scout (nacida en 1991) y Tallulah (nacida en 1994).
The End?
No es ningún secreto que la fama puede darte mucho y quitarte aún más. Es por eso que, si bien Bruce y Demi eran una de las parejas más codiciadas, lo cierto es que la presión y los focos comenzó a hacer mella en ambos, especialmente en Moore.
Tras varios altibajos, en 1998 decidieron divorciarse, aunque la noticia no se hizo oficial hasta el año 2000.
La disolución del matrimonio aunque no fue tan buena como su propia relación, finalmente consiguieron llegar a un acuerdo por el que el protagonista de “Duro de matar” tuvo que pagar 78,5 millones de euros, según algunos medios.
Por aquel entonces, las críticas giraban en torno a él, se decía que era muy mujeriego y políticamente incorrecto.
Sin embargo, como la propia Demi Moore reconocía en su libro “Inside Out. Mi historia” (2019), lo cierto es que ella tenía serios problemas de salud mental y adicciones.
Un amor transformado
Con el divorcio, los caminos de Bruce Willis y Demi Moore fueron hacia lugares diferentes, aunque siempre muy cerca el uno del otro.
Por un lado, el actor de “Armageddon” (1998), rehizo su vida con Emma Heming junto a la que tiene dos hijas, Mabel y Evelyn. Todos viven en una mansión en Brentwood Park, en Los Ángeles.
En el caso de Demi Moore, tras la separación se compró una casa en Idaho en los 2000, aunque no fue hasta 2012 cuando decidió irse a vivir allí de manera definitiva. Necesitaba alejarse de Hollywood, su relación tóxica con Ashton Kutcher y las adicciones.

Y es que ese mismo año tuvo que ser ingresada en un hospital por sobredosis. Un hecho que la llevó también a empezar un programa de rehabilitación de traumas y dependencia. Según sus propias palabras, Willis siempre fue un padre ejemplar de sus tres hijas mientras ella luchaba contra las adicciones.
Una vez recuperó el sentido y el equilibrio de su vida, Demi decidió mantener una vida lejos de la fama.
Una bonita amistad
A lo largo de los años, Bruce y Demi han mantenido una amistad cercana. Se han apoyado mutuamente en sus vidas personales y profesionales, y ambos han estado presentes en eventos familiares importantes. Sin duda, son un ejemplo de cómo una pareja de celebridades puede mantener una amistad y una relación cordial incluso después de un divorcio.
Es por ello que, a pesar de que el actor lleva 15 años casado con su actual esposa, fue su exmujer la portavoz oficial de su enfermedad.

Según una fuente contaba al medio InTouch, la actriz “se siente extremadamente agradecida y abrumada por las emociones. Ella ha estado repasando su vida con él y está agradecida por todas las cosas por las que han pasado”.
A pesar de no haber sido un camino fácil ni de color de rosa, ambos han sabido estar ahí el uno para el otro.
“Verlo pasar por sus luchas le ha enseñado a Demi cómo ser una luchadora. Es agridulce, pero también inspirador. Ella admira mucho a Bruce y se está preparando para su emotivo adiós».
Un adiós para el que nadie está preparado, pero que es cuestión de tiempo que llegue. Aunque siempre nos quedará el recuerdo de lo que fue y siempre será en sus películas.

