Posiblemente esta calle de Londres sea un nombre más en muchas listas de destinos para visitar en este nuevo año que comienza. A todos nos suena la famosa torre del reloj Big Ben, las calles repletas de prestigiosas marcas de ropa y las grandes pastelerías de Oxford Street. ¿Quién no ha querido subir a la gran noria gigante a orillas del río Támesis? Sin embargo, la capital inglesa guarda mil y un rincones por descubrir, rincones como aquellos más demandados por aquellos amantes del Street Art y la cultura callejera.
Brick Lane es uno de los lugares menos conocidos de la ciudad a pesar de que durante siglos ha sido el punto de encuentro para las cientos de nacionalidades que allí conviven y convivieron. Y quizá sea esta confluencia de culturas la causante de que, desde los años 90, Brick Lane se haya convertido en el centro cultural alternativo londinense. Un barrio cimentado por los ladrillos de sus fachadas, de ahí su nombre (brick: ladrillo), y sus característicos azulejos que durante siglos fueron producidos en grandes cantidades en la zona.
Fue en el siglo XVII cuando los mercaderes de la ciudad, sorprendidos por la magia del lugar, comenzaron a abrir locales y restaurantes que, a día de hoy, continúan siendo visitas indispensables para los más curiosos. Así que… ¡allá vamos!
Nos bajamos en la parada de metro de Liverpool Street, avanzamos durante quince minutos dirección noreste con la esperanza de que el olor a beigels nos guíe hasta nuestra meta final. Si te alojas en el centro de la ciudad y no tienes pensado visitar los “suburbios” de Londres ésta será una parada más que tachar en tu mapa. A medida que vamos avanzando vemos cómo las fachadas se han convertido en grandes lienzos para los artistas callejeros, el arte en plena calle nos confirma que hemos llegado a Brick Lane.
Por lo general siempre encontrarás a personas andando por la calle, sin duda, el mejor día para pasear por sus mercados callejeros es el domingo, ya que es cuando abre la totalidad de sus comercios. Aunque durante la semana podrás encontrar locales abiertos en horario de 11am a 5pm. Su gran mercado gastronómico (Boiler House Market) nos recibe con infinidad de platos de comida de diferentes orígenes. A través de sus sabores, este barrio nos recuerda que Londres es una ciudad cosmopolita. En efecto, podemos notar su multiculturalidad no solo en el olor de la comida polaca, marroquí, hindú, coreana o etíope que nos envuelve, también si reparamos en los nombres de sus calles. Algunas de sus placas se escriben en bengalí debido a la gran afluencia de personas provenientes de este país surasiático.
Finalmente nos decantamos por un beigel de jamón con ensalada comprado en Beigel Bake. El local más famoso de la zona donde a cualquier hora del día (permanece veinticuatro horas abierto) podrán prepararte los bollos frescos más famosos del lugar. ¡Una gran elección!
Entre sus calles encontramos también el Sunday Upmarket, con 140 puestos de ropa vintage y galerías de arte en donde encontrarás el regalo perfecto para ese amigo indie que te ha pedido algo cool para su colección de ropa retro. Un acierto para aquel cumpleañero a quien nunca sabes qué regalar.
Si eres amante de la música sabrás que en este lugar se encuentra una de las tiendas más famosas de la cultura musical. El espacio perfecto para encontrar ese vinilo descatalogado de Dire Straits que llevabas buscando tanto tiempo… ¡y es una primera edición!
Nos despedimos de este lugar no sin antes sacarnos un book de fotos en las fachadas coloridas con grafitis alucinantes dignas de cualquier instagramer de influencia.
Ivory Samos