La joyería, como la moda, evoluciona cada temporada y, de manera cíclica, recupera piezas y estilos del pasado que se adaptan a las nuevas tendencias. Este año, las tendencias en este sector destacan por su volumen, formas orgánicas y movimiento, que refleja una conexión profunda con la naturaleza. Las colecciones de primavera-verano de 2025 reflejan accesorios que no distan mucho de la joyería en los desfiles de las dos últimas temporadas. Se mantiene ese estilo bohemio aunque con un enfoque más natural y conectado con la tierra.
Formas orgánicas y naturaleza
De este enfoque inspirado en la naturaleza, los diseñadores han incorporado texturas irregulares y materiales orgánicos en las joyas de esta temporada. Colgantes de plata martillada, flores de cuentas y amuletos gaélicos, son algunos ejemplos de la estética que han abrazado marcas como Bottega Veneta, Alberta Ferreti e Isabel Marant. Por otro lado, las sirenas, pulpos o, incluso, conchas se han convertido en motivos recurrentes como se ha visto en las colecciones de Etro, Boy Burch y Chloé que reflejan la pasión compartida por la exploración y la conexión con el mar.



“Vuelve un clásico atemporal”
Las perlas, un clásico atemporal que se reinventa en este 2025 con un giro un tanto moderno y vanguardista: neoperlas. Esta tendencia refresca la imagen tradicional y la convierte en un elemento de diseño innovador y contemporáneo pero continuando con su efecto histórico, realzar la piel con sus destellos mágicos. Las perlas o piezas con tintes barrocos, con formas irregulares y orgánicas, adquieren protagonismo, añadiendo carácter a cada pieza. Esta tendencia se combina con colores vibrantes, materiales poco convencionales como acero inoxidable, cuero y resinas. La combinación con estos materiales logran una estética contemporánea y atrevida. Este tipo de perlas también se pueden ver en pendientes con perlas de distintos tamaños, collares de diseño desigual y anillos con composiciones innovadoras. La tendencia de la neoperla se adapta a diversos estilos, desde el look más sofisticados a los más desenfadados. Marcas como Fendi, Ralph Lauren, Moschino, Dior o Bottega Veneta han apostado por esta reinvención.


Estilo de los años 60
Los pendientes de diamantes de inspiración vintage también han regresado con fuerza. Evocando el glamour de los años 60 y de iconos como Audrey Hepburn y Grace Kelly, estas joyas se han reinventado con detalles contemporáneos. Marcas como Chanel, Harry Winston y Van Cleef & Arperls. Algunas de las celebridades del momento son prueba de que este estilo está en escena, convirtiendo los pendientes de diamantes en un accesorio imprescindible. Hailey Bieber, Zendaya, Kaia Gerber, Emily Ratajkowski o Sofía Richie han demostrado un equilibrio perfecto entre elegancia y discreción.

Joyería XL
Las joyas de gran tamaño siguen dominando las pasarelas, con piezas que capturan la atención del estilismo y se convierten en protagonistas del pase. Collares llamativos, pendientes XXL y brazaletes robustos. Así marcas como Chanel, Cries Van Noten, Balmain y Saint Laurent han apostado por esta tendencia maximalista, exagerando en el tamaño y la forma que no solo aporta una declaración de estilo, también consiguen reflejar el deseo de la autoexpresión sin miedo a llamar la atención ni complejos. Desde distintas formas, versiones, materiales y colores, incorporando pedrería o eslabones. Dentro de esta misma tendencia, se encuentra una expresión de la misma adaptada al mejor adorno para nuestras manos: los anillos.



El anillo chunky se ha convertido en un gran favorito de este año. Con diseños voluminosos y metalizados tanto en dorado como en plateado y formas geométricas o fluidas. Firmas como Cartier y Tiffany & Co apuestan por estas piezas llamativas que destacan por su brillo y sofisticación. Piedras preciosas como esmeraldas y rubíes que adornan colgantes, pendientes, anillos y aportan dinamismo a cualquier estilismo. Marcas como Sure Jewels han incorporado estas piedras a sus colecciones.



Conciencia ambiental
La conciencia ambiental impulsa la creación de joyas sostenibles, así los diseñadores y marcas utilizan materiales reciclados y procesos éticos. Además, la personalización cobra protagonismo, permitiendo a los usuarios expresar su identidad a través de piezas únicas, ya sea mediante iniciales, fechas especiales o diseños a medida. Firmas como Pandora y Uno de 50 ofrecen pulseras con charms personalizables, reflejando esta tendencia hacia la individualidad y la sostenibilidad.
Una era de autoexpresión
En 2025 la joyería refleja la evolución de la moda, reflejando la individualidad, la conexión con la naturaleza y el compromiso con la sostenibilidad. Desde piezas llamativas hasta diseños minimalistas con un toque moderno, la joyería se convierte en una extensión del estilo, permitiendo que cada persona se exprese a su manera a través de los accesorios.
Silvia C. Rodríguez