La Alta Sensibilidad (PAS) o Sensibilidad de Procesamiento Sensorial (SPS), es un rasgo de la personalidad identificado y acuñado en la década de los noventa por la Dra. en Psicología estadounidense Elaine Aron. Desde ese entonces el rasgo ha estado en estudio por parte de numerosos investigadores y científicos de todo el mundo. Se han ido sumando muchos científicos de renombre. Algunos de los más recientes: Bianca Acevedo, Michael Pluess, Jay Belsky, Francesca Lionetti, Monika Baryla, Moisés Betancort…

Hoy en día, ya sabemos que la SPS es un rasgo temperamental hereditario, lo que significa que está asociado con la estructura de nuestro sistema nervioso y no con un trastorno ni una patología. No se es mejor ni peor por serlo. Se posee un sistema neurosensorial más agudizado e implica una gran percepción y una profunda sensibilidad sensorial y emocional, entre otras características. Se posee este rasgo de la personalidad, y esto conlleva su conocimiento y atención.

Se da aproximadamente en un 20% de la población general y de forma igualitaria en mujeres que en hombres. Se suele tener una personalidad tendente a la introversión, pero hay un porcentaje menor, de personas con el rasgo, que son extrovertidas. Asimismo, cada persona es diferente, porque puede poseer el rasgo en mayor o menor medida y con características distintas, además de sus otros rasgos.

Los cuatro pilares de las PAS

La clave se encuentra en cuatro pilares que definen esta personalidad:

1.-PROCESAMIENTO PROFUNDO DE LA INFORMACIÓN QUE SE RECIBE. REFLEXIÓN INTENSA.

Las personas AS tienen un nivel de procesamiento de la información muy elevado. Tienden a tener gran actividad mental, dándole generalmente muchas vueltas a los pensamientos, cierta tensión mental, tendencia a la preocupación, pensar mucho las cosas antes de hacerlas…

 2.-GRAN EMPATÍA, UNA FORMA DE VIVIR LAS EMOCIONES MUY INTENSA Y GRAN FACILIDAD PARA PERCIBIR LAS EMOCIONES EN LOS DEMÁS.

Las personas poseedoras de una AS tienen una gran sensibilidad a la hora de experimentar las emociones propias, pero también de percibir las emociones ajenas: son personas muy empáticas. Esto se ha demostrado con pruebas de neuroimagen (TAC, PET…)

Además, cualquier estímulo del exterior es experimentado muy intensamente, con lo cual todo le afecta más: cualquier pequeño suceso puede ser un gran problema, una reacción de los demás los vuelve vulnerables, un mal gesto les duele profundamente…

A la hora de expresar las emociones son personas muy reactivas: si lloran, lloran con mucha intensidad; si están alegres, están muy alegres, y, si se enfadan, puede ser una gran explosión. 

3.-MAYOR CONCIENCIA EN LA PERCEPCIÓN DE DETALLES SUTILES Y PEQUEÑOS CAMBIOS.

Tienen una fineza sensorial que, a su vez, hace que sean fácilmente perturbables, porque todo lo externo es percibido de forma muy intensa.

Agudización de los sentidos. Ejemplos como el molestarle en gran medida los ruidos muy altos, aprehensión por determinadas texturas, como pisar arena descalzos, molestias por las etiquetas o ciertos tejidos de la ropa…

4.-FACILIDAD DE SOBRE-ESTIMULACIÓN.

Debido a lo anterior, se perciben muchos datos de manera muy vehemente y se vive como algo abrumador.

Esta cuarta característica es la sobreexcitación. La persona AS percibe todo lo que ocurre y lo que siente tan intensamente que les puede resultar desbordante.

Este estado de saturación le produce bloqueo, le perturba, y surge la necesidad de  retirada, de recogimiento, relajación y descanso estimular. 

Personas altamente sensibles PAS

¿Cómo identificamos que somos Altamente Sensibles?

Desde pequeñas, las PAS notamos que algo nos ocurre. Parece que no encajamos del todo en nuestro entorno, que somos diferentes. Generalmente, percibimos con sutileza muchos estímulos del exterior; como si tuviéramos más agudizados los sentidos. Somos personal muy empáticas capaces de sentir a fondo el dolor de las otras personas. Solemos ser idealistas; con ganas de cambiar y mejorar el mundo. Nos suelen abrumar estar mucho tiempo en actos multitudinarios, como cumpleaños, centros comerciales etc, y necesitamos retirarnos a nuestra soledad para recuperarnos. También somos personas creativas y además nos gusta y necesitamos la naturaleza, etc.

En una sociedad como la actual, donde prima el capitalismo, el rendimiento, las prisas etc, la sensibilidad alta parece que “no está de moda”, y la persona poseedora del rasgo suele recibir comentarios como: “no seas tan susceptible”, “eres demasiado sensible”, “te lo tomas todo a la tremenda”… Ésto puede ir mermando su autoconcepto y su autoestima, sintiéndose cada vez con más soledad en su interior. Por este camino de la incomprensión, tanto del entorno como de la propia persona, se está proclive a generar ansiedad, depresión… y vivir con sufrimiento.

PAS

Por esto, es muy importante la detección e identificación del rasgo. Existen tests validados que pueden ayudarnos. Si vemos que no podemos solos y necesitamos pautas de un profesional, no dudemos en acudir.

El reconocimiento de la AS, supone, generalmente para la persona, un punto muy potente de inflexión en su vida. Hay un “antes y un después”. Sobreviene un gran alivio, pues ese reconocimiento significa: “¡no soy una persona rara o con una patología!, no estoy sola, hay más personas como yo, es parte de mi personalidad…”.

¿Cómo nos afecta en el día a día?

Como ya se ha comentado, cada persona es única y experimenta de manera diferente su rasgo de AS y su vida en general. No obstante, en mayor o menor medida, este rasgo suele afectar en el día a día en distintas áreas y situaciones. Suele sentirse en ciertos momentos saturación, cansancio social y comunicativo, molestias por ruidos muy altos o repetitivos, sobreexitación y bloqueo, necesidad de retirarse, desbordamiento por demasiada empatía, rabia al contemplar injusticias, pensamientos negativos, ansiedad, estrés… Con todo esto, se necesita aprender conductas preventivas y reequilibrantes. Conocernos, cuidarnos y velar por nuestro bienestar es fundamental.

Muchas PAS poseen un fuerte sistema de valores; la búsqueda de sentido a las cosas y a la vida es de gran importancia. Se siente y se piensa todo con gran intensidad y no paran de darle vueltas a la cabeza analizando todo. Entonces, alguien que percibe tanto y luego con la gran actividad mental y emocional que se tiene, necesita aprender a estructurar y ordenar lo vivido.

PAS

Es la propia persona quien puede cambiar poco a poco sus condiciones de vida, asumiendo la responsabilidad y cuidándose para llegar a saborear la vida. Un entorno que entienda el rasgo y comprensivo, también es muy importante.

La Alta Sensibilidad bien integrada, es también una fortaleza

Las PAS, no solo tienen desafíos, también poseen potenciales positivos e interesantes, como por ejemplo esa gran empatía y la comprensión de los demás de la que hemos hablado, hace que se contribuya en gran medida a mejorar la convivencia humana, la sociedad y el mundo en general.

Más potenciales como: valores fuertes, sutileza, esmero y compromiso, capacidad de innovación, gran intuición, creatividad y talentos artísticos, curiosidad, capacidad de entusiasmo, fortaleza mental, energía vital, etc.

Reconocernos como PAS, conocer, aceptar y comprender el rasgo, para cuidarnos, protegernos y querernos “con todo”. Desear evolucionar y darnos cuenta de que quien conoce sus potenciales, puede usarlos en su vida privada y profesional para llevar una vida plena como persona sensible.

En mi opinión, y estando en la sociedad que nos rodea, debemos valorar nuestra gran sensibilidad, la cual puede generar una vida más profunda e intensa y mucho bien común.

 Azucena Duque Guadalupe, psicóloga