En 2021, una lesión en los tobillos obligó a la gimnasta, Ana Pérez, a retirarse de los que serían sus segundos Juegos Olímpicos (Pekín). Aunque el camino hasta París no ha sido fácil, vuelve con más fuerzas, ganas e ilusión que nunca.
En la siguiente entrevista, Anita nos cuenta cómo ha sido su recuperación física y emocional, así como sus objetivos en estos JJOO.
Empezaste en la gimnasia cuando tenías solo 6 años, ¿qué fue lo que te gustó tanto? ¿Y qué fue lo que le impulsó a querer profesionalizarse?
Empecé gracias a mi hermano, que practicaba este deporte. No sabría decirte qué fue exactamente lo que me hizo querer continuar, simplemente la gimnasia me enamoró. Siempre quise más y cuando vi que compañeras mías mayores empezaban a formar parte del equipo nacional se convirtieron en mi referente y me marqué el objetivo de algún día poder llegar a ese nivel.
Empezaste hace una década con el entrenamiento de alto nivel, ¿cómo has compaginado tu vida personal con la profesional? ¿Y tus estudios? Por el camino has sido campeona de España 5 veces, entre otros hitos.
En general creo que es cuestión de organización. Obviamente no ha sido fácil, los deportistas de élite dejamos muchas cosas por el camino, pero ganamos otras muchas, pienso que la clave está en el equilibrio.
Tengo claro que ésta es una etapa en mi vida que tiene fecha de caducidad y quiero exprimirla al máximo, una vez cierre esta etapa me dedicaré al 100% a terminar mi carrera universitaria.
En cuanto a compaginar vida profesional y personal, simplemente, busco ratitos para desconectar, hacer planes con mis amigos y mi pareja. En el tema estudios, cuando llegué a Madrid aprendí a enfocarlos de otra forma diferente, nunca los he dejado de lado, tengo claro que son fundamentales, pero sí que me he encontrado en puntos en los que tengo que priorizar mi carrera deportiva.
Tus primeros juegos fueron los de Río 2016. ¿Cómo los viviste?
Los juegos de Río fueron increíbles, aún lo recuerdo como si hubieran pasado ayer. Los disfruté muchísimo, sobre todo la competición, el hecho de ver a mi familia en la grada animándome y apoyándome mientras cumplía mi sueño… es un momento indescriptible.
En 2021, tuviste una grave lesión en los tobillos, ¿qué tal llevaste la recuperación?
Fue una lesión de la manera más tonta, tuve una luxación completa de mi tobillo derecho y una fractura en el cuarto meta y lesión de Lisfranc en mi pie izquierdo.
La recuperación física fue muy lenta, ya que la lesión del Lisfranc dio la cara más tarde y yo pospuse la operación porque no me garantizaban que pudiera seguir con mi carrera deportiva. La recuperación emocional fue bastante dura, pasé de estar clasificada para mis segundos JJOO a estar metida en una cama con los dos pies rotos de la noche a la mañana…
La recuperación emocional se ha traducido en horas y horas de trabajo con mi psicóloga.
En el momento de la lesión yo ya sabía que me quedaba fuera de los juegos.
¿Qué le dirías a la Ana de hace 3 años que hoy está clasificada para las próximas olimpiadas?
Que por muy negro que parezca todo ahora está a punto de enfrentarse a un gran proceso de aprendizaje en todos los sentidos. Que vaya paso a paso, sin agobios y que no se rinda.
Y al respecto de París 2024, ¿cómo te estás preparando físicamente para estas olimpiadas? ¿Y a nivel mental?
Sinceramente, me estoy preparando como una competición más en todos los sentidos. Soy consciente de que son unos JJOO, pero pienso que enfocarlo de una manera diferente podría jugarme una mala pasada.
Hasta ahora la preparación que he llevado de cara a otras competiciones me ha funcionado, no veo necesario cambiar algo que funciona. Al final es trabajar con el objetivo claro, intentar sacar el máximo rendimiento en la sala, cuidar la preparación física y, por supuesto, cuidar la parte emocional y mental, ya que también juega un papel fundamental.
Desde que comenzaste hace 20 años en la gimnasia, ¿cuál dirías que ha sido el momento más importante de tu trayectoria?
Sin duda, mi recuperación de la lesión de 2021. Fue una lesión que estuvo a punto de retirarme y que pensé que no superaría.
Si entonces me hubieran dicho que hoy estaría donde estoy no hubiera creído a nadie.
¿Un objetivo?
Me encantaría poder disputar una final olímpica, soy consciente de que no es un objetivo fácil pero trabajo cada día para ello.
¡Confiamos en que lo logres! Muchas gracias a Ana Pérez por esta entrevista.
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