¿Recuerdas el pueblo en el que comenzaba la película de la Bella y la Bestia? Así es Alsacia. Una región pequeña que posee un valor histórico, cultural y gastronómico incalculable, y es que en ella podemos encontrar influencias de hasta tres países europeos: Francia, Alemania y Suiza. 

Como podrás imaginar, visitar Alsacia es una experiencia inolvidable durante todo el año, pero existe una época en la que su magia deja en evidencia hasta a las mejores producciones de Disney, la Navidad. 

Aprovecharemos diciembre para realizar una ruta que recorre los principales pueblos alsacianos y sus inigualables mercadillos navideños. Un viaje idóneo para realizar en familia, en pareja o con amigos porque el deseo de compartirlo será constante y de principio a fin.

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¿Preparados? ¡Bienvenidos a Alsacia, una ruta de ensueño en Navidad!

Alsacia, la región donde Francia y Alemania se abrazan

Para poder ubicar esta pintoresca región debemos poner nuestra mirada en la zona nordeste de Francia. 

Durante muchos siglos, ser un punto estratégico en el corazón del continente europeo propició innumerables guerras entre franceses y germanos con el objetivo de hacerse con su soberanía.

Es por este motivo por el que, quizás, te suene su nombre junto con el de Lorena. Desde el siglo XVII hasta el año 1870 perteneció a Francia, a partir de esa fecha pasó a manos de Alemania quien perdería su poder en la 1ª Guerra Mundial y tras recuperarlo el Tercer Reich en 1940 lo volvería a perder tras el final de la segunda contienda.

Si bien en la actualidad es francesa, atrás ha quedado esa lucha incesante por su control. Alsacia es ahora la región donde Francia y Alemania se abrazan. El legado de ambas se puede percibir perfectamente en su gastronomía, arquitectura y costumbres, especialmente por Navidad. 

Todo comienza en Basilea

Existen muchas vías para llegar hasta Alsacia, nosotros te recomendamos hacerlo partiendo de Basilea. Se trata de una pequeña ciudad perteneciente a Suiza que cuenta con conexiones directas desde diferentes puntos de España.

Basilea alberga pequeños, pero muy interesantes, atractivos turísticos como el ayuntamiento, Middle Bridge, la Catedral de Basilea o Münsterl, la Carnival Fountain o el Historisches Museum Basel.

Unas pocas horas bastarán para quedar atrapados bajo sus encantos, especialmente por estas fechas. A partir del 25 de noviembre, abren las puertas sus icónicos mercadillos navideños ubicados en las plazas de Barfüsserplatz y Münsterplatz. ¿Se puede pedir más?

De hecho, ¿sabías que este año han sido premiados como «Best Christmas Market 2021» en Europa? Y esto es solo el punto de partida de nuestro viaje por Alsacia. ¡Seguimos!

Colmar, el pueblo de Bella

A poco más de una hora en coche de Basilea, se encuentra Colmar, también conocido como el pueblo de Bella. Sí, aquí es donde se inspiró la historia de Disney y muchas otras más pues su arquitectura y paisajes invitan, como mínimo, a soñar.

Por el día, pero especialmente durante la noche, Colmar brilla con luz propia. El casco antiguo se convierte en un enorme mercadillo de Navidad, sus calles huelen a vino caliente especiado, crêpes de chocolate y salchichas alemanas, y cada una de sus pintorescas edificaciones parecen casas de jengibre construidas en los talleres de Santa Claus. 

En concreto, en la Plaza de los Dominicanos, la Plaza Jean D’Arc, la antigua aduana y en la Petite Venise es donde se encuentran los mercadillos más especiales, visítalos y descubre por qué debías hacerlo. Hay experiencias que no pueden ser descritas con palabras.

Colmar, Alsacia

Otros rincones de Colmar que debes apuntar en tu lista de imprescindibles son Maison des Tetes, la Iglesia Colegiata de San Martín, la Maison Pfister, el Barrio de Curtidores, Rue de la Poissonnerie o el Museo Unterlinden (alberga obras de Picasso y Monet).

Riquewihr, uno de los pueblos más bonitos de Francia

Con pruebas y sin dudas podemos afirmar que Alsacia es preciosa. Cuando la conoces resulta casi imposible elegir un favorito porque todos tienen algo especial. Sin embargo, existe una lista que recoge «Les plus beaux villages de France» y es aquí donde aparece nuestra próxima parada: Riquewihr. 

Lo que más nos llama la atención de esta localidad, reconocida también por sus viñedos, es el nivel de conservación de sus calles y edificaciones de madera revestidas de piedra caliza. A pesar de que muchas fueron construidas en el siglo XVI, parece que el tiempo no ha pasado ni siquiera para echar un vistazo. Además es de los pocos pueblos de Alsacia que aún posee una muralla defensiva y hasta tres torres (Heller, Anabaptistes y Voleurs) desde las cuales es posible ver Riquewihr con otros ojos y desde una perspectiva más histórica.

A las puertas de este pueblo medieval, se encuentra la Place Fernand Zeyer, aquí es donde cada año tiene lugar el mercadillo de Navidad desde el 27 de noviembre hasta el 22 de diciembre. ¡Recuerda probar su exquisito vino!

Obernai, mercadillos para degustar la gastronomía local

Continuando por nuestra ruta pueblerina por Alsacia, despedimos Riquewihr y ponemos rumbo a Obernai. Por el camino visitaremos el Haut-Ribeaupierre, un estratégico castillo construido en el S.XII en lo alto de la montaña del Stophanberch a 755 metros de altura.

Llegamos a Obernai y aquí nos esperan hasta cuatro increíbles mercadillos navideños ubicados en las diferentes plazas de la ciudad: Place du Marché, Place André Neher, Parking du Beffroi y Place de l’Étoile.

Si como a nosotros, te encanta probar toda la gastronomía local de los lugares a los que viajas, los mercadillos de Obernai serán tus preferidos. Y es que, a diferencia de otros, aquí la comida tradicional es la estrella de todos y cada uno de sus puestos.

Vino caliente, cerveza, chucrut, bretzel, kougelhopf, tartiflette, stutenkerl… ¡Un festín para el paladar!

Estrasburgo, la capital de la Navidad

En 1570 se inauguró el primer mercado de navidad europeo o, al menos, del que se tiene registros. El «Christkindelsmärik» (en español, mercado del niño Jesús) tuvo lugar en la histórica ciudad de Estrasburgo. Autodenominada como «Capitale de Noël» y oficialmente reconocida como capital de Alsacia, Estrasburgo nos invita cada año a vivir esta festividad como en ningún otro lugar de Europa.  

Aquí, las fiestas comienzan a partir del 26 de noviembre con la apertura de los ocho mercadillos navideños localizados en diferentes puntos de la ciudad y el encendido de luces hasta el 26 de diciembre.

Durante cinco semanas, toda la ciudad se transforma en el escenario del mejor de los cuentos de Navidad, especialmente con la caída del ocaso. Por la noche, no sabemos qué brilla más, si los miles de farolillos de colores que decoran hasta el más pequeño de sus rincones o la mirada de quienes la recorren maravillados, atónitos e ilusionados.

Y si de maravillas se trata, qué decir de «Le Grand Sapin», el árbol de Navidad que preside la plaza Kléber. Una tradición alsaciana con cinco siglos de historia y treinta metros de altura que impresiona por su presencia y su majestuosidad a locales y turistas. 

Porque si algo caracteriza a Estrasburgo es que aquí todos somos protagonistas y partícipes de sus fiestas, tanto en las calles como en los lugares de culto donde se celebran conciertos, exposiciones, representaciones históricas…

Y es que, independiente de si celebras o no la Navidad, visitar Alsacia, en general, y Estrasburgo, en particular, es una experiencia vital obligatoria. Especialmente en estos momentos en los que parece que se nos olvida que lo imprescindible en la vida es invisible a los ojos. Déjate sorprender, abraza, ilusiónate y colecciona momentos especiales mientras recorres Alsacia, una ruta de ensueño en Navidad. 

Devo López