Cada vez podemos encontrar una mayor oferta de alojamientos con una arquitectura integrada en el paisaje. Lejos de ser una moda puntual y pasajera, la mayoría siguen una corriente denominada arquitectura orgánica la cual se inspira en la naturaleza y busca imitar sus formas y procesos.
Frank Lloyd Wright fue el primero en acuñar este término y, en la actualidad, el arquitecto mexicano Javier Senosiain es uno de sus mayores exponentes. Si quieres saber cómo es alojarse en una edificación con una arquitectura integrada en el paisaje, ¡sigue leyendo!
Hotel CAEaCLAVELES, en Asturias
Galardonado con el Premio Asturias de Arquitectura, el Hotel CAEaCLAVELES es obra de la artista Emma Fernández Granada. Un complejo de lujo ubicado muy próximo al pueblo costero de Llanes que en muy poco tiempo se ha convertido en el favorito de los amantes de la arquitectura. ¿Por qué? Gracias a su extraordinaria integración paisajística.
Se trata de un hotel muy exclusivo y no hablamos sobre su diseño. Debes saber que solo cuenta con cinco habitaciones – eso sí, completamente equipadas- y capacidad para 10 huéspedes. De hecho, este es también el estudio y la residencia de la propia Fernández.
La estructura del CAEaCLAVELES ha sido posible gracias a una gran “losa de hormigón en forma de hélice que sustenta la cubierta vegetal”, de ahí que sea casi imperceptible. En el interior, los enormes ventanales cumplen su función a la perfección focalizando toda la atención hacia la verdadera protagonista: la naturaleza.
La Casa Invisible, California
En Joshua Tree se esconde “The Invisible House”, una propiedad que ha terminado convirtiéndose en uno de los atractivos turísticos más importantes del desierto californiano.
Lo que diferencia a la casa invisible de cualquier otra es el hecho de ser capaz de pasar desapercibida. Según la perspectiva, hay ángulos desde los que es muy difícil de divisar, pues toda su fachada está recubierta de cristales reflectantes. Como si de un espejo se tratase, reflejan en él todo el entorno e impiden que se vea el interior.
Esta propiedad pertenece al productor de cine Chris Hanley. De hecho, fue él quien concibió desde el primer momento que la vivienda debía de ser autosuficiente y pasiva.
«Invisible House» cuenta con cuatro dormitorios con baño privado, una moderna cocina y una piscina climatizada ubicada en el salón… Aunque son las vistas lo que cautiva a sus huéspedes. ¡Actualmente está en venta!
Xuq Lomas de Ruvira, Albacete
Las casas cueva son otro ejemplo de alojamientos con una arquitectura integrada en el paisaje, sino mira este refugio ubicado en el Entorno Natural Protegido de Hoces del Río Júcar, en Albacete. Se trata del resort XUQ Lomas de Riviera. Está compuesto por diferentes cavidades, cada una decorada y diseñada con un estilo propio, pero en el que la roca es la protagonista.
Piacory, Kaverno o Grotta son algunas de las más impresionantes, ya que estamos ante verdaderas villas de ensueño. Disponen de una cama KING SIZE, un jacuzzi privado interior, una mini piscina de exterior, una terraza privada y una cocina completamente equipada, entre muchas otras comodidades más.
Todo ello, recordemos, sin perder la esencia y formas orgánicas que caracterizan a una casa cueva. ¿Las conocías?
La Casa Orgánica, México
Cuando la naturaleza y la arquitectura se fusionan nacen construcciones como la Casa Orgánica, una obra de arte realizada por Javier Senosiain en 1984.
El arquitecto mexicano es conocido dentro y fuera de su país por sus numerosos trabajos llevados a cabo siguiendo un estilo muy particular del que es su máximo exponente: la arquitectura orgánica.
En pocas palabras, se trata de crear construcciones acordes al entorno en el que se ubican y que promueven la armonía entre el ser humano y el mundo natural. Aunque, en el caso de Senosiain van mucho más allá.
A pesar de su singular diseño, la Casa Orgánica cuenta con todo lo necesario para una estancia perfecta: dormitorio, baño, cocina, sala de estar y, por supuesto, unas vistas maravillosas.
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Casa del Desierto, Granada
La Casa del Desierto es una construcción singular ubicada en el mismísimo desierto de Gorafe, en Granada, España. Se trata de un proyecto del estudio OFIS, especialistas en lo que ellos denominan “arquitectura extrema”, que se mimetiza con el entorno natural gracias al principal material con el que está construida: el cristal.
Es posible que te haya dado calor solo con imaginarte una casa de cristal en pleno desierto al sur de España, ¡pero tranquilidad! Fue puesta a prueba en el verano de su instalación y el resultado no pudo ser más satisfactorio. Mientras que en el exterior las temperaturas superaban los 45º, en su interior había 28º. Todo gracias al triple aislamiento de sus cristales tipo “sándwich”.
El interior de la Casa del Desierto está compuesto por un baño completo, un dormitorio y una zona de estar. Además, posee un sistema de filtrado de agua, producción de energía y placas solares. ¡Totalmente autosuficiente!
Otro ejemplo de cómo conseguir alojamientos con una arquitectura integrada en el paisaje, ¡y vaya paisaje! Toma nota porque a pocos minutos de la casa se encuentra el parque megalítico que suma 240 dólmenes.
Skylodge Adventure Suites Perú
Si en tu lista de propósitos para 2023 habías incluido superar tus miedos, viajar y vivir experiencias inolvidables, hay un alojamiento en Perú que te ayudará a cumplirlos: el Skylodge Adventure Suites.
Se trata de un complejo hotelero conformado por cápsulas de cristal colgantes con vistas al Valle de Cuzco. Literalmente, están ancladas a un desfiladero a más de 350 metros de altura.
El refugio colgante tiene capacidad para 8 huéspedes gracias a los 3 módulos que lo conforman. No le falta de nada: habitaciones con camas individuales y dobles, baños y un comedor.
Para llegar hasta el Skylodge Adventure Suites existen dos opciones: a través de una vía ferrata o con tirolinas. ¿Te atreves?
Parador Costa da Morte, Galicia
“Un magnífico balcón al fin del mundo”, así se describe el nuevo parador español ubicado en Muxía, cerca del Cabo Fisterra. Con unas vistas inigualables al Cantábrico y, concretamente, a la Playa de Lourido, Costa da Morte es un hotel destino.
Como en el caso del asturiano Caeaclaveles, la arquitectura moderna de este parador “fue concebida para el disfrute del entorno desde todos sus espacios”. La forma, la decoración y la distribución de sus espacios se diseñó poniendo el foco en la naturaleza que le rodea con el objetivo de realzar su belleza, no de destruirla.
Es por eso que, a vista de pájaro es casi invisible, mientras que en su interior podemos encontrar en él muchas formas orgánicas, guiños a elementos tradicionales gallegos y, por supuesto, una panorámica ininterrumpible del mar.
En cuanto a sus servicios, cada habitación dispone de un sendero que les lleva hasta la costa; posee un bar, una cafetería y un restaurante en el que se pueden degustar platos típicos de la gastronomía local. También cuenta con spa y piscina cuyas paredes de cristal miran hacia la playa de Lourido.
