¿Qué es AJE? ¿Qué labor desempeña y desde cuándo?

AJE es Asociación de Jóvenes Empresarios, AJE Tenerife es el área asociativo de la provincia de Santa Cruz de Tenerife, y parte de CEAJE que es la confederación de Jóvenes Empresarios de España representada por 58 AJES en todo el territorio nacional con un total de más de 19.000 asociados, de ahí la gran fuerza de ámbito nacional de la que parte este proyecto. Un proyecto que permite que sus asociados generen oportunidades de negocio y/o contacto en otras partes del país amparado por la AJE Local. Es nuestra “obligación” dar cobertura a los asociados de otras comunidades autónomas, de ahí una de nuestras grandes ventajas para expandir el ámbito de negocio.

Abraham en las oficinas de AJE Tenerife

¿Cree que las asociaciones son un actor activo en el desarrollo de la economía?

Por supuesto, las asociaciones somos portavoces de nuestros asociados, nuestra obligación es pasar a las administraciones públicas o privadas las peticiones de nuestros asociados. Diría más, deberíamos tener un papel más activo en las decisiones de gobierno, en eso tenemos que seguir trabajando para ayudar y dar voz a los diferentes colectivos del archipiélago.

¿Ventajas de pertenecer a una de ellas? ¿Y a AJE en concreto?

Las ventajas son muchas, particularmente veo la principal en las sinergias y los networking continuos. Generas una comunidad de empresarios que a la vez generan oportunidades continuamente. Además contamos con importantes convenios que favorecen directamente a nuestros asociados.

Destacaría también la información que aportamos sobre subvenciones,
ayudas o asesoramientos en diferentes ámbitos, por ello somos socios de las principales confederaciones del tipo de CEOE o ATA, tanto en Tenerife como a nivel nacional. Como novedad, indicar que recientemente hemos habilitado grandes oficinas en el centro de Santa Cruz que se convertirán en un lugar recurrente para nuestros asociados en sus reuniones y encuentros.

¿Alguna desventaja?

Si lo podemos llamar desventaja puede ser el ser partícipe de eventos y temas de la asociación, entendemos que a veces quitamos tiempo pero siempre es por el bien del asociados y por sus proyectos, es lo único, sinceramente no tiene desventajas.

En la actualidad, ¿de cuántos asociados hablamos y a qué sectores pertenecen o suelen pertenecer?

Somos 80 empresas asociadas. Lo importante de este numero son los planes de futuro, tenemos unos planes de futuro muy ambiciosos de crecimiento, pero de esto hablaremos más adelante (sonríe). En cuanto al ámbito al que pertenecen, decir que es una asociación multisectorial, tenemos empresarios muy diversos, desde temas culturales a empresas industriales, esto enriquece mucho porque muestra el alto talento que existe en el empresariado canario.

El comienzo del nuevo año está a la vuelta de la esquina, ¿cómo valora el ejercicio del año 2019?

Bueno pero difícil, ha sido muy complicado volver a devolver la ilusión a los asociados y darles a entender que están en el lugar adecuado. Realizamos unos premios que salieron muy bien pero nos desgastaron mucho, grandes personas que empezaron con nosotros decidieron no seguir por el sobreesfuerzo que precisaba, les estaré eternamente agradecido y por este motivo, entre otros, seguiremos luchando para que este proyecto termine por consolidarse.

¿Qué recomendaciones puede dar a los jóvenes empresarios para una mejora en sus números para 2020?

Insistir, insistir, insistir, está claro que si has preparado una buena cimentación del proyecto saldrá adelante, pero no se puede bajar la guardia, en los negocios tenemos que estar centrados, no podemos entrar en pesimismos. Deben/debemos luchar día a día, en el 2020 tenemos que
estar atentos a agentes externos, no podemos obviar la dependencia de nuestro mercado al turismo, tenemos que tener en cuenta que será un año de posible recesión y disminución en la inversión turística, pero insistir con los ojos bien abiertos y con cautela en las grandes inversiones.

¿Existe diferencia entre el «joven» y el «viejo» empresario? ¿Por qué la distinción?

NO, el que es empresario lo es desde que empieza a generar un producto o servicio y esto no tiene edad. Es verdad que el joven empresario arriesga más en sus primeras andaduras y en el caso del empresario más maduro entra en fase de consolidación y esa etapa es otra igual de difícil, la distinción simplemente es nuestro formato asociativo, pero después de su fase como “joven” sigue en la asociación con la figura de senior, muy importante que estén en la asociación como ejemplo para los nuevos empresarios.

Abraham Guzmán junto a Eduardo Guillén, gerente de AJE Tenerife

Para AJE, ¿cuándo dejamos de ser jóvenes?

Por estatutos es hasta los 41, por espíritu nunca (risas). Es importante mantener una edad para no olvidar nuestro formato. Los jóvenes empresarios entran en un camino de espinas al empezar y al vernos en las reuniones notamos las mismas dudas e inquietudes, eso te refuerza la teoría de la importancia de mantener una edad límite dentro de la organización.

En un mundo utópico, ¿qué tres aspectos mejoraría en las empresas, la política y/o la sociedad para que la crisis económica desapareciera?

En nuestro modelo de sociedad es muy difícil. Pero respondiendo a la pregunta en la empresa reflejaría la justa equidad en impuestos, la claridad en nuestro modelo fiscal, y el valor del empleado como principal activo. En la política el sentido de estado, la responsabilidad, un pacto en educación de todo el arco parlamentario y, claramente, la flexibilidad que tienen que realizar para eliminar trabas burocráticas que siguen siendo un lastre para nuestras empresas, limitando muchas veces la creación de empleo por ellas. En la sociedad, principalmente, el sentido común, seguir luchando contra la pobreza y destacar siempre el amparo del menor, sabiendo que la formación y educación serán las bases de nuestra sociedad del futuro.

¿Sus deseos profesionales y/o personales para 2020?

En lo personal ver a mis hijas felices y poder dedicarles más tiempo. El mundo de la empresa me apasiona pero nunca podré justificar el tiempo que quito a los míos. En lo profesional que se sigan sumando asociados, es muy reconfortante verlos crecer, y que en la dirección de mis empresas sigamos fortaleciendo las bases. Espero seguir aprendiendo de grandes profesionales que hacen que lo que un día fue un sueño hoy sea una realidad con un futuro apasionante.

Paola Bonilla
Fotografías: Francisco Fernández